El Países Bajos está buscando aumentar el impuesto al juego del 30,5% actual al 37,8%, como se confirmó la semana pasada, con una coalición de partidos respaldando la idea y encontrando desacuerdos partidistas para decidir por unanimidad seguir adelante con el cambio a la ley tributaria.
La medida prevé la inyección de otros 202 millones de euros en las arcas del estado anualmente, pero la propuesta naturalmente ha causado un revuelo entre los operadores de juegos de azar que han advertido al gobierno sobre la prepotencia y la falta de consultas adecuadas para impulsar el plan.
Los impuestos están aumentando en todo Europa, e Italia anunció anteriormente que cobraría más a los operadores de juegos de azar para mantener sus licencias, lo que generó críticas generalizadas. Algunas jurisdicciones, como Españaaunque podrían estar dando un giro de 180 grados a sus políticas más restrictivas, como la publicidad de juegos de azar.
Aparte de esto, el Asociación de la industria del juego en línea (NOGA) ha emitido una declaración oficial que describe posibles efectos debilitantes en el sector de los juegos de azar regulados, que potencialmente se enfrenta a una prohibición de los juegos de azar, como las tragamonedas.
Según Peter-Paul de Goeij, director de NOGA, la cuestión es mucho más importante de lo que creen los impulsores de esta propuesta. Ha hecho entrar en razón a los legisladores, argumentando que el aumento del 7,3% en los tipos impositivos, por insignificante que parezca a primera vista, podría tener un efecto grave y perjudicial en el mercado, asestando un golpe a la competitividad del sector del juego regulado y fortaleciendo Operadores ilegales y malos actores.
De Goeij espera que la canalización también se vea afectada y que el crecimiento se agote, aunque incluso el Autoridad holandesa de juegos de azar Ya ha sugerido que es poco probable que el mercado crezca más rápido, ya que ha llegado a un punto cercano a la madurez y ha llegado un momento de consolidación.
«La intención de los partidos de la coalición conducirá a una disminución aún mayor en la oferta de juegos de azar legales. Esto es extremadamente arriesgado, sabiendo que los partidos ilegales no pagan impuestos y no están sujetos al deber de diligencia prescrito en la legislación y los reglamentos holandeses. y ya son ostentosamente atractivos para el negocio de los consumidores holandeses», De Goeij señaló además.
Además, vituperó contra el 200 millones de euros que el gobierno espera recaudar, pero ignorando el hecho de que potenciar el mercado negro tendría importantes ramificaciones sociales. Es socialmente irresponsable, observó la asociación de industrias terrestres CAMIONETAKansspelen quien se hizo eco de las críticas de NOGA y advirtió sobre un futuro en el que el mercado regulado luchará aún más contra los malos actores.
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