Llega hoy el primer test de verdad para los favoritos de La Vuelta en la alta montaña de Andorra

Tras el desgaste de la contrarreloj por equipos de ayer en Figueres, las piernas de los ciclistas supervivientes en la carrera tendrán que hacer frente a la primera etapa de montaña de verdad de La Vuelta.

Una jornada de 170,3 kilómetros, con 3.475 metros de desnivel, que parte desde la capital de la comarca de La Garrotxa, Olot, en dirección a Andorra, en concreto hasta la estación de esquí de Pal. 

Etapa de cuatro puertos de montaña, con el último y el antepenúltimo de 1ª categoría: Collada de Toses (24,3 km de subida a una pendiente media del 3,5% y un desnivel de 869 metros) y Pal (9,6 km de subida, a un pendiente media del 6,3% y un desnivel de 612 metros, bordeando los 2.000 metros). 

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No es un día en el que haya que esperar muchas diferencias entre los favoritos, pero es una de aquellas etapas en la que alguno de los aspirantes a la gloria final de Madrid puede quedar retratado. Un día en el que habrá varios frentes abiertos. Por un lado, el de los aspirantes a la fuga, terreno tienen, y después el de saber si el catalán de Llofriu Joel Nicolau sigue vistiendo el maillot de líder de la montaña al acabar la jornada. El de Caja Rural ya ha dicho que tratara de colarse en la escapada del día para arañar todos los puntos que pueda, aunque la última palabra en el desarrollo de la etapa la tienen los Jonas Vingegaard, Joao Almeida, Juan Ayuso o Giulio Ciccone, entre otros.