El Mónaco de Fati se estrella ante Vicario

Mereció más el Mónaco en un duelo intenso contra el Tottenham, que, asentado en una gran noche de su guardameta Guglielmo Vicario y en la falta de puntería de los atacantes del Principado, rescató un punto del Luis II (0-0).

El meta internacional italiano completó un póker de paradas que frenaron la intensidad de un Mónaco que, en el segundo partido de Sébastien Pocognoli en el banquillo, se mostró más ofensivo que en la etapa anterior.

Lograron encajonar a un ordenado Tottenham que de la mano de Thomas Frank ha ganado mucho orden pero no ha conseguido brillantez. Apenas asomó en el área rival el campeón de la Liga Europa, que no conectó con Richarlison.

El resultado final fue de 23 disparos monegascos, 8 entre los tres palos, por uno solo de los ingleses, que se marcharon más contentos del partido.

Un reparto de puntos que coloca a los ingleses al borde de la clasificación directa con 5 puntos y en la zona de eliminación a los monegascos con 2.

No tuvieron acierto de cara al gol ni el estadounidense Folarin Balagun ni el español Ansu Fati, que disputó 70 minutos y empeoró la media que viene atesorando de un tanto cada 54 minutos.

Mónaco

Tottenham

0- Mónaco: Kohn; Diatta (Golovin, m.57), Kehrer, Salisu, Caio Henrique, Ouattara (Mawissa, m.70); Teze, Coulibaly; Akliouche, Ansu Fati (Minamino, m.70); Balogun (Biereth, m.83).
​0- Tottenham: Vicario; Porro, Danso, Van de Ven, Gray; Bentancur (Sarr, m.60), Palhinha; Kudus (Spence, m.79), Bergvall (Simons, m.60), Odebert (Johnson, m.70); Richarlison (Kolo Muani, m.70).
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​Árbitro: Marco Guida (ITA). Amonestó al visitante Richarlison (m.47).
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El jugador cedido por el Barcelona, autor de seis dianas en seis partidos en el Principado, derrochó una buena ocasión para proseguir su buena racha en el 13, pero fue Balagun quien más cerca estuvo del tanto. Sin suerte.

Tampoco la tuvo Akliouche, el más incisivo de los monegascos en sus internadas por la derecha de un Mónaco que dominó de principio a fin.

El festival se prolongó en el segundo tiempo, cuando la entrada de Golovin, que regresaba tras una larga lesión, relanzó a los locales, que se estrellaron con el guardameta rival. El japonés Tukami Minamino, que entró en lugar de Ansu Fati, obligó a Vicario a lucirse en un par de ocasiones, aunque la más espectacular la firmó en un tiro a bocajarro del neerlandés Jordan Teze en el 75.

No dejó de intentarlo el Mónaco, con más corazón que acierto, que le permitió quedarse con el título de ganador moral de un partido que no supo ganar.