Hoka Rocket X3: una superzapatilla más accesible para los corredores de maratón

La Hoka Rocket X3 tiene un escaso recorrido en el mercado con solo tres versiones en su historial, pero ha sido tiempo suficiente para hacerse un hueco de honor en el competido nicho de las ‘superzapatillas’ de competición (con placa de carbono). De hecho, si somos estrictos, diría que casi podríamos descontar la primera versión que poco o nada tenía que ver con los estándares que ya comenzábamos a observar en el resto de marcas. Podemos decir entonces, sin temor a equivocarnos, que la primera versión era una zapatilla rápida tradicional con el perfil ligeramente elevado y una placa de carbono que tampoco se dejaba notar mucho. La ausencia de un material de mediasuela reactivo como el de otras marcas condicionó su rendimiento.

Con la segunda versión de la Rocket la casa americana dio un inesperado golpe sobre la mesa. Sin que nadie lo esperase, Hoka no solo conseguía ponerse al día en cuanto a materiales, sino que los ejecutaba de una forma magistral. Por si eso no bastase, el resto de su colección “X” -letra que simboliza sus modelos con algún tipo de placa en su interior, como la Mach o la Cielo– también se subía al carro demostrando que no era casualidad.

Así, Hoka pasaba de tener una colección insuficiente a una sobresaliente por cantidad y calidad de efectivos. La Rocket X2 pasó a ser una de las mejores valoradas del mercado, entre otros motivos por tener un chasis ejemplar que te hacía correr tan rápido como económico. Si algo se le podía achacar era una durabilidad por debajo de la media, pero se compensaba sacándote una sonrisa cada vez que te la ponías.

De este modo, la Hoka Rocket X3 tenía una misión difícil tratando de superar a su antecesora, pero también una clara ventaja al contar con una base casi perfecta sobre la que trabajar.

La Hoka Rocket X3 y su relación con la Hoka Cielo X1 2.0

Aunque en el día de hoy estamos analizando la Hoka Rocket X3, es imposible hacerlo sin contar de manera paralela la historia de su hermana Hoka Cielo X1 2.0, porque así podrás comprender mejor muchas cosas. De hecho, la Rocket X3 convive en la colección de la casa americana con la Cielo, una zapatilla excepcional en todos los sentidos.

La Cielo es una zapatilla con unos perfiles claramente por encima del límite legal establecido por la World Athletics, y con un chasis cuneiforme que arroja un rocker elevadísimo. El resultado es una zapatilla con la que prácticamente es imposible pisar de talón, que nos conduce irremediablemente hacia la zona media-delantera y que proporciona una economía de carrera casi inigualable. Dicho de otro modo, la Cielo X1 2.0 te permite correr a ritmos altos con muy poco esfuerzo, y obviamente esto es un caramelo si queremos correr una maratón o una media siempre y cuando, eso sí, tu cadena posterior lo soporte.

Ahora que tenemos algo más de contexto, cabría esperar que Hoka hiciera una tercera versión de la Rocket que se enfocara en ritmos máximos, es decir, en los que llevas para correr un 10K, no un maratón, y así cerrar el círculo. ¿Lo ha hecho? Pues ahora lo veremos con detalle, pero siento deciros que no, aunque quizá esto solo sea una señal de que hay algo más en el cajón de las ideas…

Como decía, de entrada la Hoka Rocket X3 me ha dejado un poco descolocado por su concepto más conservador. La estrategia de Hoka, bajo mi punto de vista, se puede explicar con números. Para nadie es un secreto que actualmente las distancias de media y maratón son las que mueven mayor volumen de corredores, y que la Cielo X1 2.0 no es una zapatilla para la mayoría, y que con los esquemas de la segunda versión la Cielo también se hubiera sumado a la lista de zapatillas complicadas de llevar en estas distancias de Hoka. 

Quizá ese es el motivo real por el que la marca ha pensado en diseñar una versión más mundana de la Rocket X3, sirviendo como complemento perfecto a una Cielo que es tan difícil de domar como avanzada tecnológicamente hablando. Visto desde esta óptica tal vez todo tenga sentido.

Análisis del upper, mediasuela y suela de la Hoka Rocket X3

La Hoka Rocket X3, en efecto, es una zapatilla fácil de llevar desde el mismo momento que la calzas. Tacto muy suave, mejor incluso que el de la anterior, rocker moderado-bajo y sobre todo un upper que, en contraste con la versión anterior, se muestra generoso con los espacios. Desde luego que si le tenías miedo a la Rocket X2 como zapatilla para maratón, te prometemos que ahora puedes corregir tu percepción con la llegada de esta nueva versión.

La suela de este calzado es toda una declaración de intenciones: la Rocket X3 tiene más superficie cubierta que la 2, y además con una suela de compuesto más duro y de mayor grosor. Obviamente el propósito es buscar que la durabilidad aumente, y eso es algo que como decía al principio era ciertamente necesario. A cambio se pierde algo de tracción a altas velocidades, pero hay que correr a ritmos escandalosamente rápidos para notarlo.

En la mediasuela hay un buen número de novedades, aunque a decir verdad la Hoka Rocket X3 sigue siendo bastante escueta en anchura de base en comparación con sus rivales. Lo que sí es novedoso es la introducción de un nuevo compuesto en la zona del antepié, que es el mismo material usado en la Cielo X1 2.0. Se trata de un PEBA de origen supercrítico que aporta un tacto más suave y sobre todo un gran rebote. El resto de la mediasuela, más firme, es el mismo PEBA que veíamos en la versión anterior pero con un tacto algo más firme.

Acompañando a estos dos compuestos de alta reactividad está la placa de carbono de longitud completa y en tres dimensiones con el fin de dar estabilidad. Y aquí es donde se encuentra la clave de esta tercera versión, ya que su curvatura es mucho menos pronunciada que la versión anterior. Como resultado obtenemos una Hoka Rocket X3 más dócil y fácil de llevar. Eso sí, a cambio sacrificamos respuesta.

El upper es otro componente que ha sufrido una profunda renovación. De hecho, podríamos decir que tiene un planteamiento casi antagónico al anterior. Si la Rocket X2 presentaba un upper de aspecto sintético, muy fino y ajustado al límite, en la X3 prácticamente es todo lo contrario. Hoka recurre a una malla de ingeniería que, aunque sigue siendo monocapa, es más gruesa y sobre todo no tan ceñida al pie. La marca ha querido amarrar el confort a toda costa y eso también se nota en la lengüeta, de mayor grosor y consistencia, y en el collar, que ahora se permite hasta el lujo de llevar ligeros acolchados. Aunque la versión anterior no declaró grandes problemas de confort, ciertamente tenía acabados y medidas que podían ahuyentar al corredor de maratón.

En carrera con la Hoka Rocket X3: así es su dinámica

La Hoka Rocket X3 es una zapatilla que entra bien y eso es algo en lo que aventaja por mucho a su antecesora. Puede parecer un detalle sin importancia, pero es que la Rocket X2 era una zapatilla realmente complicada de encajar en el pie. Una vez la hemos calzado sin sudar la gota gorda, echamos a correr sin pretensiones y la zapatilla se deja querer. Como siempre digo, aunque hablemos de una zapatilla competición que en principio no está pensada para rodar, si vas a correr distancias largas esto es importante. Y lo es porque cuando vengan las dificultades y sea complicado mantener unos buenos apoyos… la Rocket X3 nos va a perdonar la vida.

En esto es algo que también difiere enormemente con la segunda versión, que a poco que bajabas el ritmo ya no te quería encima. Cuando ponemos una marcha más, lo que sería un ritmo de maratón, es donde alcanza su cénit de rendimiento. Se muestra estable, suave, confortable y muy sobrada para llevar esos ritmos de manera sostenida. A diferencia de la Cielo X1 2.0, percibes que no te hace falta cuidar los apoyos para conseguirlo, ni mucho menos te ves obligado por un chasis que se muestra muy manejable.

Si todavía te quedan fuerzas para apretar, a lo que sería un ritmo de media maratón, todavía se desenvuelve muy bien, aunque quizá eches ya de menos un rocker más pronunciado que te impulse con mayor decisión. Desde luego, es una cuestión de gustos y técnica, pero personalmente a mí me gusta el “efecto patada” que tenía su antecesora.

Donde sí que definitivamente vamos a recordar la catapulta que era la segunda versión es cuando decidamos exprimir las piernas a tope y buscar su límite (y el nuestro). La zapatilla responde, no en vano lleva un compuesto de lo más avanzado en la mediasuela, pero no acabas de encontrar la posición, la tienes que buscar tú con el esfuerzo que eso conlleva.

Seguramente este equilibrio que Hoka ha buscado entre rendimiento y confort brille más en distancias largas y menos en cortas o, igualmente, en atletas de más o menos nivel.

Pros y contras de la Hoka Rocket X3

Pros

▪ Es una zapatilla más dócil y versátil, por lo que abarca un mayor rango de usuarios.

▪ La durabilidad general es mayor que la de la versión anterior.

▪ Gana enteros a la hora de correr distancias largas, tanto por ser menos exigente con el corredor como por el hecho de tener un talón que te permite ciertas licencias.

▪ El upper y la horma resultan bastante amables para el tipo de zapatilla que es.

▪ Visto lo visto en sus competidoras, que no haya subido de precio es un dato positivo.

Contras

▪ Ha perdido mucha pegada.

▪ Aunque con importantes matices, al final Hoka está ofreciendo dos zapatillas para los mismos ritmos y se queda huérfana de una zapatilla realmente rápida que ya tenía.

▪ El tallaje es incorrecto, hay que pedir media talla más.

Ficha técnica de la Hoka Rocket X3

Corredor: de hasta 75 kilos de peso para uso en competición y/o entrenamientos de series.

Distancia: ideal para distancias entre los 10 km y maratón, siendo la media maratón su distancia predilecta para la mayoría de corredores.

Terreno: asfalto y pista de atletismo, aunque pueda salvar algunas sesiones en tierra bien compactada (pero puede causarle un deterioro prematuro).

Drop: 7 mm (35-42 mm)

Peso: 227 gramos

Precio: 250€