Otro error y una nefasta segunda parte echa por tierra el buen juego inicial de la Real en Oviedo (1-0)

Accidente asturiano de la Real Sociedad en el Tartiere para marcharse al parón sin victorias y con sólo dos puntos. El Oviedo marcó su primer gol, obtuvo sus primeros puntos y ganó por primera vez en Primera en 25 años ante un equipo de Sergio Francisco que fue mucho mejor en la primera parte y debió sentenciar el encuentro pero no lo hizo, erró, volvió a ir perdiendo y cuajó una nefasta segunda mitad pese a los múltiples cambios. No es el mejor inicio a una nueva etapa. Que acabe el mercado, pasen las regatas en Donostia, y se vuelva a empezar.

OVIEDO

10

REAL SOCIEDAD

OVIEDO: Escandell; Vidal, Costas, Calvo, Rahim; Chaira (Hassan, 30′), Dendoncker, Reina (Sibo, 73′), Ejaria (Cazorla, 61′); Ilic (Brekalo, 73′), Viñas (Rondón, 61′).​
​REAL SOCIEDAD: Remiro; Aramburu, Zubeldia, Caleta-Car, Aihen (Sergio Gómez, 70′); Marín (Brais, 57′), Gorrotxategi (Turrientes, 78′); Kubo (Guedes, 65′), Oyarzabal (Sucic, 78′), Barrenetxea; Óskarsson (Karrikaburu, 57′).
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​Gol: 1-0 Dendoncker (40′)
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​Árbitro: Adrián Cordero (Cantabria). Amonestó a Brekalo y Hassan por el Oviedo y a Caleta-Car por la Real.
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​Nuevo Carlos Tartiere.

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Cambios en el ónce y mensajes claros

Sergio no duda, o al menos no lo parece, para hacer alineaciones. El irundarra hizo caso omiso al problema de ‘overbooking’ en la medular y optó ya por Mikel Oyarzabal como ‘10’ titular para que pudiera jugar Óskarsson como delantero de inicio tras su golazo ante el Espanyol. Esto supuso que se cayera Sucic y que Brais volviera a ser suplente en pleno cierre de mercado y con los rumores desde Vigo surgiendo. Los cuatro mediapuntas, en el banquillo. La otra principal noticia fue la primera titularidad de Gorrotxategi como dueño del eje de la medular, desbancando a Turrientes. Regresaron a la alineación, como en Mestalla y de naranja, Caleta–Car y Aihen, dejando en el banquillo a Jon Martín y Sergio Gómez. Aguantaron Marín y Barrenetxea y continuó en el banco Guedes. Cuatro cambios en total.

Dominio y jarro de agua fría

Lo cierto es que el planteamiento de Sergio, con presión muy alta y juego vertical asociativo funcionó porque la Real fue mucho mejor que el Oviedo, llegó de manera constante con peligro, disparó hasta 11 veces, pero no sirvió para adelantarse por primera vez esta temporada, sino que acabó perdiendo el primer tiempo de manera increíble.

Robó muchos balones la Real en campo rival y ahí fue importante Gorrotxa para recibir y dar hacia delante el pase que iniciaba un ataque rápido. Marín disparó fuerte con la zurda y paró Escandell, Kubo lo hizo raso, flojo, Aihen chutó alto con la derecha desde la frontal, Barrenetxea también probó fortuna desde lejos tras dos buenos regates, el nipón volvió a intentarlo tras un nuevo robo pero su derechazo se marcó fuera por poco. Y la más clara, de Oyarzabal tras un gran amago al recibir otra vez de Gorrotxa, la desvió a córner el arquero local con un paradón. Además, la Real ejecutó acciones colectivas de gran nivel, rápidas, como una salida de balón por la izquierda con Aihen y Barrene conectando y superando como quisieron. Un Aihen que tuvo un gran golpe en la cabeza con Viñas que puso en riesgo su continuidad en el choque, pero se repuso.

Lamentablemente fue protagonista en la acción del gol local que frustró todo el trabajo realista. Antes había avisado tímidamente tan solo Ilic con un mal disparo lejano y Ejaria, con un zurdazo desde la frontal. Pero Hassan le robó el balón a Aihen y se puso a correr a la contra. Gorrotxa le persiguió por todo el campo, debió de hacer falta pero no lo hizo, y el carbayón centró atrás para que Dendoncker, llegando, fusilase de primeras con la zurda a Remiro en el 40’ sin que Caleta-Car llegase a tapar. Otra vez a remolque y sin esa pizca de fortuna. Un problema si el equipo lleva año y medio sin remontar y ganar un partido.

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Nefasta segunda parte

El rendimiento realista tras el descanso fue sensiblemente peor, con más imprecisiones y pérdidas, menos ideas y ataque. Generó poco peligro. Una pared entre Barrenetxea y Óskarsson provocó el disparó del islandés que desvió Escandell sin demasiado problema, pero también la lesión del ariete, que se fue al suelo y dejó su lugar, dolorido, a Karrikaburu, que se estrenaba este curso. En ese córner Oyarzabal la tuvo en el segundo palo pero su derechazo fue mordido y lo blocó el portero. Entró también Brais por Marín, para formar una medular muy ofensiva en busca de la remontada. Y el Oviedo la tuvo al instante con Hassan, muy activo, con un zurdazo al palo largo que dejó tieso a Remiro y se estrelló en la madera.

El atacante local continuó destrozando a un Aihen que pareció afectado por el golpe anterior y terminó saliendo del campo. Y Sergio dio entrada a Guedes por Take, además de a Sergio Gómez. No funcionaba la cosa y en un último giro de guion, entraron Turrientes y Sucic. El beasaindarra fue el tirador. Disparó fuerte con la zurda nada más entrar tras un rechace de un buen centro de Guedes, pero alto, y con la derecha dentro del área tras un balón colgado, con violencia pero centrado a las manos de Escandell. El equipo mostró incapacidad para crear y sobre todo intimidar en los minutos finales y el marcador no se movió.