Pocos se animan, pero 4.000 pasos extra al día cambian más tu cuerpo que una hora de cardio

Dar 4.000 pasos adicionales al día puede tener un impacto más profundo en tu salud que una hora de ejercicio cardiovascular intenso. Un estudio publicado en el European Journal of Preventive Cardiology respalda los beneficios de esta actividad diaria, y aquí te contamos todos los detalles. 

Cómo 4.000 pasos al día cambian tu cuerpo

El estudio ha demostrado que caminar tan solo 3.967 pasos diarios —equivalente a casi tres kilómetros— puede reducir significativamente el riesgo de muerte por cualquier causa. Incluso caminar 2.337 pasos al día, poco más de kilómetro y medio, ya se asocia con una menor probabilidad de morir por enfermedades cardiovasculares.

La investigación, que analizó datos de salud de 226.889 personas a partir de 17 estudios distintos, encontró una relación directa entre la cantidad de pasos diarios y el riesgo de mortalidad. 

Los participantes fueron observados durante un período medio de 7,1 años, y los resultados muestran que por cada incremento de 1.000 pasos diarios, el riesgo de muerte por cualquier causa disminuye en un 15 %. Del mismo modo, un aumento de 500 pasos diarios se traduce en un 7 % menos de riesgo de fallecer por afecciones cardiovasculares.

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De esta manera, el estudio concluye que incluso una actividad física mínima, como caminar unos 2.500 pasos al día, puede traer beneficios importantes para la salud. Y alcanzar los 4.000 pasos diarios puede reducir de manera considerable el riesgo de muerte prematura.

Por qué es importante caminar 

Según la Mayo Clinic, caminar a paso ligero de forma regular puede aportar numerosos beneficios a la salud física y mental. Esta actividad tan accesible ayuda a mantener un peso saludable y a reducir la grasa corporal. Además, contribuye a prevenir o controlar diversas afecciones crónicas como enfermedades cardíacas, accidentes cerebrovasculares, hipertensión arterial, ciertos tipos de cáncer y la diabetes tipo 2.

Caminar también mejora el estado cardiovascular, fortalece huesos y músculos, y aumenta la resistencia física. A nivel general, puede elevar los niveles de energía y favorecer un mejor estado de ánimo. Otros beneficios incluyen mejoras en la cognición, la memoria y la calidad del sueño. Asimismo, caminar regularmente puede optimizar el equilibrio, la coordinación, fortalecer el sistema inmunológico y reducir el estrés y la tensión.

Para que esta caminata diaria se traduzca en un ejercicio realmente eficaz, los expertos recomiendan prestar atención a la postura y a la forma de moverse. La técnica adecuada implica mantener la cabeza erguida y la mirada al frente, no hacia abajo. El cuello, la espalda y los hombros deben permanecer relajados, sin tensión.

Los brazos deben moverse con libertad, ligeramente doblados, permitiendo un suave impulso al caminar. Es importante mantener los músculos abdominales contraídos y la espalda recta, evitando arquearse hacia delante o hacia atrás. El paso debe ser fluido: primero se apoya el talón y luego los dedos, en un movimiento natural que favorece la eficiencia y reduce el riesgo de lesiones.

Esta información no sustituye en ningún caso al diagnóstico o prescripción por parte de un médico. Es importante acudir a un especialista cuando se presenten síntomas en caso de enfermedad y nunca automedicarse.