Apagon en España : El Gran Colapso Eléctrico que Paralizó a Todo un País
Un lunes que amaneció normal… hasta que dejó de serlo
La vida cotidiana en España y Portugal se detuvo abruptamente este lunes. A partir del mediodía, millones de ciudadanos, salvo en Canarias, Baleares, Ceuta y Melilla, vieron cómo la electricidad desaparecía sin previo aviso. Luces, electrodomésticos, trenes, aviones, hospitales, semáforos y hasta el internet dejaron de funcionar. Una escena sacada de otra época.
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¿Qué pasó?
El origen exacto sigue siendo un misterio. Sin embargo, Red Eléctrica explicó que a las 12:32 horas se detectó una fuerte oscilación en los flujos de potencia: en apenas cinco segundos desaparecieron 15 GW de producción eléctrica —lo que equivale al 60% de la generación nacional. El resultado fue la desconexión de la red eléctrica española del sistema europeo, apoyado principalmente en la interconexión con Francia.
En palabras de Red Eléctrica:
«Nunca había ocurrido algo así. Es un incidente absolutamente excepcional.«
Primeras respuestas desde Moncloa
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, compareció con cautela:
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No hay información concluyente.
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No se descarta ninguna hipótesis.
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Se activan reservas estratégicas de petróleo para tres días.
Además, agradeció a Francia y Marruecos por su apoyo en la restauración del suministro.
Así se vivió el apagón: un salto forzado al siglo XIX
La caída de la electricidad transformó radicalmente las ciudades:
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Semáforos apagados provocaron atascos kilométricos.
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Ascensores y metros dejaron a miles atrapados.
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Hospitals operaban solo con energía de emergencia.
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Pagos solo en efectivo, ya que cajeros y datáfonos dejaron de funcionar.
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Red de telefonía móvil colapsada: WhatsApp, llamadas y acceso a internet fallaban.
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Vuelos suspendidos, trenes parados y metro interrumpido en las principales urbes.
La Dirección General de Tráfico (DGT) pidió que no se usaran coches salvo casos de extrema necesidad.
Movilidad: de la alta velocidad al caminar a pie
El transporte sufrió un golpe brutal:
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Cercanías, metro y AVE se detuvieron en ciudades como Madrid, Barcelona y Valencia.
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Túneles urbanos como los de la M-30 en Madrid fueron cerrados.
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Viajar a pie se convirtió en la única opción viable para miles.
El ministro de Transportes, Óscar Puente, adelantó que no se recuperarían los trenes en todo el día. De 6.000 vuelos programados, se suspendieron 344.
El impacto en la sanidad: hospitales en alerta
Aunque los hospitales cuentan con grupos electrógenos, el impacto fue inevitable:
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Intervenciones médicas no urgentes se suspendieron.
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Los respiradores y monitores cardíacos siguieron operativos gracias a los sistemas de respaldo.
En el Hospital 12 de Octubre y el Gregorio Marañón de Madrid se activaron comités de emergencia para adaptar las operaciones al corte eléctrico.
La gran industria: otro gigante que se detuvo
El apagón también dejó su huella en los principales sectores industriales:
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Seat, Ford e Iveco detuvieron su producción.
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Complejos petroquímicos activaron protocolos de «parada segura».
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El Banco de España monitoreó la situación en las principales entidades bancarias.
¿Y la Bolsa?
Sorprendentemente, la Bolsa española (BME) operó con normalidad y no sufrió interrupciones gracias a sistemas de respaldo. La CNMV confirmó que las infraestructuras del mercado resistieron el golpe, aunque algunos clientes tuvieron problemas de conectividad.
Portugal: también a oscuras
En el país vecino, la situación fue igual de dramática:
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Trenes, metros y aeropuertos afectados.
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Hospitals operando con generadores.
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Suministro eléctrico aún no completamente restablecido.
El primer ministro portugués, Luís Montenegro, apuntó que el fallo se originó en la red española.
¿Puede volver a pasar?
La gran pregunta queda en el aire. Si bien el evento fue «absolutamente excepcional», la sensación de vulnerabilidad es real. Autoridades como Red Eléctrica y el Gobierno han pedido no precipitarse en las conclusiones, pero el análisis de responsabilidades y la mejora de la infraestructura serán inevitables.
